Participaron de la video-conferencia docentes de: Montevideo, Carmelo, Canelones, San Ramón, Paysandú, Salto, San José, Minas, Tacuarembó, Rivera, Durazno, Florida y Pando.
Los exponentes fueron el Lic. en Ciencias de la Educación José Miguel García y Dra. en Educación Carmen Rodríguez, además expusieron sus experiencias docentes de la Primer Cohorte de Red Didáctica: Silvia Carámbula (Florida), Washington Castillo (Montevideo) y Soledad Rodríguez (Salto)
Juan Miguel García habló sobre el cambio de relación en el aula con la incorporación de las TIC. Sobre cómo cambia la lógica binaria educador-educando, se da más bien un intercambio más horizontal entre alumnos y docentes, donde este último tiene un rol fundamental a la hora de usar esas tecnologías al servicio de la educación. Donde el educador no es un mero transmisor de información sino que transforma sus prácticas docentes para que el aula se vuelva un espacio de aprendizaje y experimentación constante.
También se refirió a que el cambio que traen las TIC en el mundo de los jóvenes pero también en el mundo adulto, las tecnologías no son exclusivamente de los jóvenes, sino que trascienden las franjas etarias.
Por su parte Carmen Rodríguez, habló de la Educación como transmisión, una transmisión que no es unilateral ni vertical, sino que se da desde el intercambio entre docentes y alumnos, se trata de una relación de transmisión intergeneracional.
Esta relación intergeneracional tiene ciertas características, una de ellas es que al adulto le toca acompañar ese proceso de transformación identitaria del adolescente y joven. Según la Dra. el docente y la educación en general no puede desentenderse de ese proceso de cambio de los adolescentes porque esa transformación en la identidad de los/las jóvenes se da con respecto a sus pares y no con respecto a su entorno familiar. Esa transformación se da en el ámbito educativo donde están sus pares.
Otra característica de esa relación intergeneracional en la educación es el proceso de autonomía que él o la adolescente recorre. El/la adolescente necesita, lo que Rodríguez llama, un “punto fijo”, un punto de referencia a partir del cual se busca la autonomía, un punto al que ir y volver. Ese “punto fijo” muchas veces está en la familia, en la figura materna, paterna o un referente específico, pero cuando se carece de ese referente familiar, el docente/educador se transforma en ese “punto fijo”. Esa persona significa un elemento de autoridad para él o la adolescente.
Pero esa relación de autoridad entre grandes y chicos ha cambiado considerablemente, la autoridad ahora no emana del puesto que ese adulto tenga, no por ser director/a o docente voy a tener autoridad sobre los alumnos, sino que la autoridad se construye a partir de cómo se lleva a cabo ese cargo, no viene dada per se.
Con respecto a la autoridad y citando a Winnicott, pediatra, psiquiatra y psicoanalista inglés, Rodríguez afirma que para que el No sea estructurante tiene que venir antecedido de una buena dosis de sí. Ese sí de estar disponible, ese sí de que el adulto está para acompañar.
Otra característica de esa relación intergeneracional es que la educación acontece cuando hay un lazo social. La educación es un impulso que nos saca de esa fuerza endogámica del entorno familiar. Parafraseando a otros autores Rodríguez afirma que es igual de devastador tener una mala familia, que tener solamente la familia para desarrollarse y vivir, sin referencia de pares y educativas ajenas al entorno familiar.
En referencia a las TIC, la Dra. en Educación, dijo que hoy en día que un niño, niña o adolescente pase encerrado en su habitación muchas horas no significa que sea apático o esté solo. Las posibilidades que dan las tecnologías hoy habilitan que el adolescente esté habitación en contacto con muchas personas en todo el mundo a través de las pantallas y las redes, jugando, charlando e inclusive manteniendo relaciones amorosas.
Otra característica de esa relación entre grandes y chicos es que siempre estamos frente a una novedad. Los “nuevos” siempre traen una novedad, las TIC son esa novedad que los alumnos introducen en las aulas y que cambian la relación intergeneracional.
Rodríguez aconseja que el docente debe siempre mantener una simpatía, curiosidad y apertura por esa novedad para poder establecer un lazo de intercambio y felicidad con los alumnos.
Cármen finaliza su exposición afirmando que los docentes deben ser conservadores frente a la novedad: tomar la novedad, preservarla y ponerla a funcionar.
Por último tres docentes de la primer cohorte de Red Didáctica contaron sus experiencias en las aulas incorporando las nuevas tecnologías.
En primer lugar la profesora de matemáticas, Silvia Carámbula de Florida, contó cómo los chiquilines incorporaron plataformas y aplicaciones matemáticas en las clases y se motivaron en el aprendizaje de la materia, asignatura que traía muchos problemas a los alumnos. Inclusive propusieron nuevas aplicaciones para utilizar y dijeron no a las que ya venían dadas.
Por su parte el docente de Didáctica de Montevideo, Washington Castillo, habló de todo el proceso de incorporación de TIC en sus clases, en armar plataformas, subir contenidos y apropiarse de las herramientas.
Por último la profesora salteña de historia, Soledad Rodríguez, relató que lo que la motivó a usar las TIC en su aula fue la apatía de algunos alumnos por la materia. Buscando soluciones para resolver ese problema se encontró con una plataforma que motivó a los estudiantes e estimuló a que el aprendizaje e intercambio sea mucho más rico.
Los tres docentes coincidieron que pequeñas innovaciones hacen grandes cambios, que los que hacen los docentes hacen es muy valioso y vale la pena mostrarlo y que las TIC por si solas no hacen mucho, que el acompañamiento docente es fundamental para que se den las verdaderas transformaciones.
Los docentes no transmiten contenidos, sino que transmiten la relación que ellos tienen con esos contenidos.
Red Didáctica: Fundación Telefónica, El Abrojo, Flacso y Consejo de Formación en Educación
